Hola, muy buenas a todos, y ante todo gracias por seguirnos y por ser pacientes en el
caso de que esperarais una entrada mía en el blog por fin hehehehe… Pero ya
sabéis, estudios, obligaciones… Uno no siempre se reparte el tiempo de la
manera en que quisiera (Jaqen)
Habemus Jaqen señores!!!! En fin, en esta oportunidad decidimos hacer una entrada conjunta, o más bien dar diferentes puntos de vista sobre la adaptación en la pantalla de El Hobbit, más precisamente de la última película que le dió fin a la saga cinematográfica. Por mi parte seré esta vez el fanboy cuyo punto de vista es del no lector, así que pueden diferir conmigo, y por otro lado Jaqen, con una visión más global y concluyente de la adaptación, obviamente como lector de la obra de Tolkien. Así que esperamos que se animen a opinar como siempre sugerimos, aquí vamos (Viserys)
Qué ven tus ojos de dragón?
“Yo soy fuego, yo
soy muerte” así culminaba la segunda entrega de la “trilogía” cinematográfica
de Peter Jackson, con Bilbo cayendo en cuenta del peligro inminente desatado
“Qué hemos hecho?” se preguntaba, sí, sí pequeño hobbit, “now you´ve woken the
dragon”. Qué quieren que les diga? Ese final me dejó al borde del éxtasis y de
la butaca. Ok, tal vez no lo sepan pero tengo una debilidad por los dragones,
aclaro, por si no fuera evidente, por lo que no es de extrañar que con La
batalla de los cinco ejércitos mis expectativas estuvieran en Asgard.
Ahora bien, antes
de adentrarme de lleno en la película debo aclarar que no soy aficionado de la
literatura fantástica (de hecho sólo he leído Canción de Hielo y Fuego), no
porque me desagrade, a ver, no me empiecen a tirar ollas con oro candente, el
azar o el destino o lo que quieran me llevó a otros géneros y dado que a veces
las adaptaciones de libros nos llevan a ciertas desilusiones preferí no leer El
Hobbit, áun. Con La desolación de Smaug literalmente me sentí como un niño,
alucinaba arcoíris. Entonces, para qué me iba a arruinar la magia leyendo antes
el libro? Para mi desgracia los spoilers aparecieron en los lugares más
insospechados y sumado a que en Argentina se estrenó recién el primero de enero
tuve que armarme de paciencia (ya lo saben, no está entre mis mejores virtudes)
para poder ver por fin esta película. Y así damas y caballeros comienza el
final de mi viaje inesperado como espectador.
Día 12 de enero, 19 horas, avances de otras
películas, no me pregunten cuáles, tenía en la cara la misma sonrisa ilusa de
cuando Drogo me dijo que me daría mi corona, good times. Y el instante llegó, a
ver, dije que era un niño, por supuesto que iba a ver la película en 3D y así
apareció Smaug
(andjhfjhsfugsfhlshdfsdhfjkgfkjgakdshkjhadkldhgfldghladfhguihldrghadflhgjkhdfkghkalshfg
x 109 ) abriendo sus mandíbulas, emanando fuego desde sus fauces,
desplegando sus alas, en un momento así uno agradece que la tecnología esté al
servicio del séptimo arte. Y claro, voy a darle mérito al señor Benedict Cumberbatch, sinceramente no puedo imaginar a un dragón mejor.
Incluso cuando Smaug es abatido y cae estrepitosamente la toma es
impresionante, desde luego que me quedé con ganas de más pero cada segundo en
pantalla ha valido la pena de forma superlativa.
“Muerto el perro se acabo la rabia” dice un viejo refrán,
pero no, acá no hay rabia, hay oro, como para crear un puente Brifost de ida y
vuelta, con autopistas y todo, pero va a ser que no, a Thorin le dio la
Enfermedad del dragón (I feel you bro) y no va a ceder ni un microgramo, aún
rompiendo sus promesas de ceder parte de su riqueza para Bardo y su gente.
Luego aparece Thranduil la bella que claro, también busca algo, una reliquia
familiar, un collar de gemas, y no va con cuatro pelagatos no, va con un flor
de ejército, su entrada triunfal a lo elfo junto a sus hombres es visualmente
MAGNÍFICO!!! O sea, ¿quién fuera Thranduil para tener ese ejército? Debo decir
que Lee Pace me impactó más en La desolación de Smaug pero no ha desentonado,
orgulloso, soberbio, arrogante, no sé porque pero me recuerda a alguien, en
fin. Hay un intento diplomático de paz por parte de Bardo y Thranduil pero no,
Thorin no escucha ni a su conciencia, así que señores, se pudrió todo. Hasta
acá estaba esperando que as bajo la manga tendría Thorin, porque vamos, estaba
en desventaja total, y ahí nomás llega el primo lejano, montado sobre un cerdo,
estos enanos serán cortos en altura pero tienen actitud para repartir a cuatro manos, nadie piensa dar tregua, se viene, se
viene……………se viene el ejército de Azog. Llegó la fea del baile, quién baila con
ella? Y en una táctica impensada los enanos arman un escudo cual Muralla China y
los elfos se disparan como flechas hacia los orcos, este posiblemente haya sido
el momento más épico de toda la película, sólo faltaba el ejército de Stannis y
me daba un multiorgasmo, really.
Lamentablemente la batalla no me impresionó muchos más, aunque ver como
guerrero a Thranduil ensuciándose la cara y despeinándose para pelear no estuvo
nada mal. El resto me pareció algo desordenado, ok, es una batalla, no irán
marchando mecánicamente pero sentí una falta de cohesión entre la batalla y las
idas y venidas de los personajes principales, se me desdibujó, quizás el mayor
subidón fue el cambio de actitud de Thorin y su decisión de dar pelea, la
imagen panorámica de él encabezando el ataque porque yolo fue sublime.
Thranduil caminando entre sus muertos, indicando retirada, en serio? Antes eras
chévere rubio.
Y esto no acaba acá se vienen más orcos, los enanos dando la
vida literalemente y Thorin, Kili, Fili y Dwalin deciden por cortar por lo
sano, hay que matar a la cabeza de la serpiente, Azog. Ahora sí, se vienen los momentos más dramáticos de la noche,
sin más preámbulo, el primero en caer en Fili. Kili llevado por la rabia
arremete contra todos los orcos que le son posibles hasta que escucha la voz de
la elfa y claro, no va a dejar a su damisela corriendo peligro, va en su
defensa dando la vida por ella (no sé si fue un personaje necesario o útil pero
en serio, me parece bellísima, bellísima). Honestamente fue el único momento en
la película que me provocó un par de lágrimas, ese instante en su último aliento
fue mucho para mi corazón dragonil. Pero sabía que ahí no acababa la tristeza.
Un paréntesis aparte para Richard Armitage, soberbio,
realmente soberbio en su papel, ya lo había visto en Robin Hood en un personaje
ganando drama hacia el final de la serie, para quien la haya visto entenderá,
para los que no debo decir que tiene talento para conmover y trasmitir emociones,
acá no me defraudó, no sé decir si fue un calco al libro pero terminó siendo un
personaje memorable, y emulando esos tantos finales infelices de George Martin
este rey no tuvo un final feliz. “Thorin luchó con valentía, Thorin luchó con nobleza, Thorin luchó
honorablemente. Y Thorin murió". No hay campanas
sonando ante su muerte, sólo Bilbo, que lo acompañó hasta su último aliento. No
hay nada más, llegan las águilas y acaba la batalla.
Es tiempo de paz. Sin
embargo, lo que siguió después me dejó algo confundido, no ser lector en este
caso hace que no haya podido suponer que pasaba con los personajes y el oro
recuperado, tuve que preguntar a los lectores que había sido de los elfos, de
los enanos y de Bardo y su gente. Por otro lado, la aparición extra de Gandalf,
Saruman, Galadriel con tal trama me sonó a sobra innecesaria, no le encontré cohesión con el resto de la historia, y en
cierto punto hasta Legolas también me sobró en la película. Por último, una
mención particular a Martin Freeman que ha logrado que me reconcilie con
Bilbo, dado que en El señor de los Anillos no me había simpatizado mucho,
Freeman le da un toque particular, inocencia, valentía, humor, sentimiento, un
personaje totalmente querible. Debo decir para finalizar que La batalla de los 5 ejércitos no estuvo a la altura de lo que me provocó La desolación de Smaug, quizás aquella gana más en lo meramente emotivo, quizás con algunas escenas épicas pero para lo que esperaba se me quedo un poquitín corto, aún así no he dejado de disfrutarla ni un instante.
Uno ve. Uno lee. Uno escribe
Bueno, sin más excusas, aquí tenéis mi punto
de vista como lector de La Batalla de los 5 Ejércitos. Perdonadme si se me pasa
algún detalle a tener en cuenta a la hora de hacer una impresión, pero me lo
leí hace mucho tiempo y la mente de un estudiante como yo es frágil hehehe…
En general, mi visión sobre la película es muy
positiva, como la trilogía en general. Al contrario de los que muchos neo-lectores
piensan, a mi este añadido que le ha dado a la historia de Bilbo Peter Jackson
me ha parecido muy acertado, más allá de mi preferencia personal incluso, que
pueda o no coincidir con este resultado final. Y es por un sencillo motivo que
la mayoría seguramente no hayan sido capaces de ver, (o de querer ver). Y es
que el Sr. Jackson ha trabajo por primera vez, con un texto, con un libro, al
que le podía, al contrario que con El Señor de los Anillos, añadir, y no
suprimir cosas. A simple vista puede parecer un detalle
obvio, sin importancia, e incluso positivo para el Director. Y no culpo a
nadie, es normal pensarlo, y más con un director que tiene experiencia previa
en el universo. Pero nada más lejos de la realidad, esta nueva aproximación
cinematográfica es un arma de doble filo. No por quizás por la obvia razón que
estáis pensando ahora mismo: “Pues que se va a desviar de los libros, no va a
ser fiel, no me va a gustar esta visión, etc etc”. Pero no, es algo bastante
más serio, más superior a ello si me permitís el atrevimiento, y es el respeto
a la memoria de Tolkien.
Cosa que bajo mi personal punto de vista, que
le tiene un especial cariño a Tolkien, es muy importante, y miro de forma muy
estricta todo el material que se trabaja sobre él (aunque no tanto como
Chritopher Tolkien, ejem ejem… *ai guiño* *ai rencor*). No quiere decir que
tenga una mentalidad “cuadrada” o “literal” de cara a las adaptaciones,
simplemente quiere decir que procuro mirar de forma más global, a un producto,
dividiéndolo en todas las partes posibles y analizándolas por separado, para
luego juntarlas y hacer una valoración final. Esto me ayuda por ejemplo a dar
esta particular impresión sobre la trilogía de El Hobbit, aunque igual lo
aplico a otras materias.
Volviendo de nuevo al hilo principal: la
memoria. Peter Jackson tenía muy claro, y ahora que visto todas las películas,
me puedo reafirmar más todavía, que aunque le diera su particular toque a esta
obra de la literatura, (toque que ya hemos visto en El Señor de los Anillos, y que
no ha variado en nada), en ningún momento debía “traicionar” la obra original,
el libro original, o en este caso, los libros, ya que ha sacado material de
otros. Esto se consigue visualizando la esencia de todos los elementos de la
historia, plasmarlos, y mantenerlos, procurando solo aumentar, o enfatizar,
determinados aspectos que no contradigan dicha esencia. Como ejemplos de ello,
tenemos a Thorin, el más destacado de la compañía de los enanos. Si leemos los
libros, vemos (o entrevemos) atisbos de la personalidad de Thorin que vemos muy
bien desarrollada, y aumentada, en
la pantalla: el orgullo por su pueblo, su majestuosidad innata, su relación de
confianza con Bilbo. En el libro todo esto lo vemos muy de pasada, mientras que
en pantalla, lo que esperaría cualquier fan, es ver esto más explayado, y es lo
que Jackson ha realizado. No le ha añadido historias inventadas, no le ha
añadido rasgos de personalidad incoherentes, ni nada por el estilo: Ha jugado
con su personalidad sin salirse de ellas.
Y esto con el resto de la compañía de Escudo
de Roble igual, en el libro apenas tenemos información sobre las personalidades
de los enanos, muchos son mudos desde el punto de vista narrativo según
recuerdo, así que es más difícil aún otorgarles atractivo cinematográfico sin
traicionarlos. Cosa que Jackson, bajo mi visión, ha logrado recrear con mucho
tino. Muchos se quejan de la poca profundidad que quizás se les haya dado a los
enanos, pero es que en el libro son
así, no tienen nada de profundidad, salvo Thorin y Balin, los demás son
puramente anecdóticos. Justamente por esto alabo la labor del director, ya que
aún con esta traba, demuestra tener buenas artes para hacernos conectar con
ellos, hasta con el miembro más desapercibido de la compañía, y que incluso en
el breve momento de la despedida de Bilbo (que en el libro es igual, es
brevísima, casi intuitiva) nos logra evocar sentimientos, sin poner en sus
bocas grandes frases ni actuaciones que no harían los enanos del libro. Es un
punto que para mi me pareció clave en la adaptación, a título personal: me
quedé con las mismas ganas de un abrazo colectivo en el libro que en la
película. Y éso quiere decir algo. Jackson ha respetado la esencia, la memoria
de Tolkien. Si él dijo que Bilbo no se apegó tanto a los enanos como para que
la despedida de Erebor fuera demasiado dura, demasiado lacrimosa, Jackson
también lo dice, y es lo que ha hecho. No podemos comparar la despedida de los
Puertos Grises con la despedida de Erebor como muchos esperaban por un simple
motivo: son acontecimientos distintos, personajes distintos, tanto en la
pantalla, como en los libros. Haber convertido Erebor en los Puertos, éso sí
señores, hubiera sido una traición desde el punto de vista adaptivo de Jackson,
y por ello lo respeto, y por ello se ganó mi agradecimiento.
Lógicamente no juzgo toda la trilogía por un
solo momento, simplemente lo estoy utilizando como ejemplo extrapolable. La
trilogía entera está llena de detalles similares, de distinta magnitud, y
orquestados de distinta manera, pero básicamente comunican lo mismo, así que
por motivos de extensión no describiré. Y lógicamente, también tiene sus fallos
la trilogía, como ya la tuvo la trilogía del Anillo, y como ya tuvieron todas las
adaptaciones de la historia. Fallos a los que tampoco les doy mucha
importancia, porque, como ya digo, respetando la esencia, que es lo importante,
todo lo demás es estética. Y tratando con un libro tan anecdótico como El
Hobbit, es muy lógico que el apartado estético gane en presencia.
¿Partes más negativas desde mi punto de vista?
Bueno, por mencionar algunas (hay que ser también objetivo hehehe) diría que la
canción de “The Last Goodbye” no fue del todo acertada. Sin ser mala, a mi
juicio no fue del todo acertada, paradójicamente teniendo en cuenta su título y
mensaje. Y es que aunque la intención me pareció buena, ya que ésta es la
despedida final de la Tierra Media, la ejecución finalmente no ha resultado
apropiada. La mera elección de Billy Boyd ya denota, hace referencia a su
actuación en ESDLA como Pippin, y como cantante de “The Edge of the Night”,
cosa que es discordante, anacrónico, en la trilogía de El Hobbit. Pippin no es
el hobbit de esta trilogía, y aunque transmita, su lugar para transmitir se
encontraba en aquel pasaje de ESDLA que tan bien plasmó Peter en pantalla en su
momento. Pero en un final como éste, yo hubiera elegido a otro cantante, y
quizás si me apuras hasta otra temática para la canción, quizás haciendo mayor
referencia a los Descendiente de Durin por ejemplo, que se merecen un poco más
de gloria, como Bilbo recogió posteriormente en cartas y pensamientos. Pero
bueno, esto quizás sea ya preferencia personal. Lo que es cierto, es que
teniendo en cuenta el historial de voces que ha tenido la saga de Jackson para
los finales, esto me parece bajar un pelín el listón. Tampoco quiero desmerecer
a Boyd, pero sin duda las canciones previas se lo comen.
Otro punto negativo, diría que en esta última
película el exceso de pantalla de Legolas. Ojo, no soy de los que opinan que
sobra totalmente el elfo, para mi gusto es un añadido muy divertido, pero en su
justa medida. En la medida de La Desolación de Smaug por ejemplo. Aquí en la
Batalla de los 5 Ejércitos en cambio toma un protagonismo ligeramente superior,
como si hubiera amanecido en esta trilogía desde el principio. Yo le hubiera
quitado sin ninguna duda minutos a su combate, y se los hubiera añadido a los
enanos de Thorin. Ni tanto ni tan poco. Tauriel en cambio no me molesta lo más
mínimo, en contra de los que muchos piensen. Su personaje sí está en su justa
medida, sabe qué lugar le corresponde a un inventado. No toma minutos de más.
Al menos a falta de ver la versión extendida.
En definitiva, buena actuación la del señor
Jackson con este libro. Nos ha proporcionado buenas horas de diversión a partir
de un libro que adaptado literalmente nos hubiera aportado infinitamente menos,
y todo respetando su esencia.
1 comentario:
Aquí de momento sólo puedo opinar como no-lectora, ya que todavía no he leído "El Hobbit". Quizás algún día vuelva y os dé mi opinión como lectora. Si conseguí leerme ESDLA, supongo que con éste no me costará tanto.
La verdad coincido mucho con el pensamiento de Vissy, aunque reconozco que yo no estaba tan entusiasmada en la sala del cine. Me hallaba con sentimientos encontrados, no sabía si la película me había gustado o me había decepcionado. No fue hasta que fueron pasando los días que empecé a darme cuenta que, aunque esta cinta para mi gusto ha sido la peor de todas, también ha sido un gran filme.
La estética de Jackson con esta trilogía es igual que la de ESDLA, y eso es algo que le agradezco al director, porque es sin duda lo que más me gusta. Cada película te atrapa, como un imán. Da igual que la pilles en el minuto 10 o en el 134, en mi caso siempre me quedo mirando, como si fuera algo nuevo. Opino igual que Jaqen en el hecho de que se nota que Jackson es un gran admirador de esta obra, y como tal ha querido mimar la historia y respetarla lo máximo posible, a pesar de los cambios que haya hecho.
Por mi parte, ni soy de ésas que critican cada mínimo fallo ni tampoco soy de las que lo perdonan todo. La presencia de Legolas en esta última entrega me sobra bastante, casi tiene más protagonismo él que su padre. ¡Y encima levita! Yo sabía que los elfos eran ágiles y gráciles cuales gacelas, pero de ahí a volar... En fin, la peor escena de la película para mi gusto. Tauriel es un personaje al que todavía no sé cómo catalogar, no sé si me gusta o me disgusta, así que la dejaré como incógnita. Al contrario de lo que piensa Vissy, Thranduil me gusta más en esta tercera entrega, deja un poco de lado su faceta de diva-reinona que tanto detesto de él. Smaug me parece increíble, sencillamente impresionante. Pero no me gustó su final en la segunda película, porque ya me daba la sensación de que en la tercera iba a durar un santiamén. Y voilá, Smaug dura menos que un caramelo en la puerta de una guardería. Me parece una pena, la verdad.
Pero también debo reconocer que la rápida desaparición de Smaug tiene su explicación más que razonable: es necesario ver la transformación de Thorin y la lucha que vive consigo mismo. Ver cómo se corrompe por la ambición del oro y cómo las palabras de Bilbo y Dwalin provocan ese "resurgir". Nunca me cansaré de decir que la escena entre Dwalin y Thorin en esta película ha sido una de las que más me ha tocado la fibra sensible.
Y bueno, poco más que añadir. No sigo que el comentario ya es demasiado largo y si sigo escribiendo posiblemente salgan mis fangirlismos a flote y no quiero e_e
P.D.: Gracias por el "paréntesis aparte".
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