He aquí una vez más, luego de una
pausa, ciertamente prolongada, desde la última entrada referida al mundo de
canción de Hielo y Fuego. En esta ocasión tengo el placer de escribir sobre uno
de mis personajes femeninos favoritos dentro de la saga, admito que me fue
harto difícil excluir citas, palabras, opiniones sin excederme o irme por la
tangente hacia la subjetividad. Espero, sin más, opiniones propias si así lo
ameritan.
En general, o
quizás hable por mi caso particular, las series televisivas tienden a señalar a
ciertos personajes como villanos, otros como héroes, otros como astutos y otros
como tontos o carentes de profundidad. Ese fue mi error al ver Game of Thrones
por primera vez (sin haber leído los libros claro está) y creo que no me
equivoco cuando digo que muchos otros televidentes siguen cayendo en la misma
trampa, y si para muestra hace falta un botón tenemos a Sansa Stark como
ejemplo perfecto.